Ayuno dia 7Haga Clic para ir a
Día 7. Domingo 14 de enero. Transformación de mi adoración
Habacuc 3.17–18 — 17 Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento, aunque las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, 18 con todo, yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación.
Pienso que la mejor adoración salió de mi boca en tiempos duros ¡Hay que recordar que alabar y adorar, no es para nosotros, sino para Dios! Él es tan hermoso que nos hace sentir a nosotros bonito a través de su Santo Espíritu.
En momentos en cual son los más difíciles adorar, es cuando Dios hace algo en nuestros corazones. Es cuando Él ve nuestras ganas de estar con Él en vez de darle importancia a nuestra circunstancia. Es ahí donde Dios hace algo nuevo en nosotros.
En momentos buenos, Dios también quiere tu genuina adoración. Hay veces porque todo está bien, no adoramos con todo nuestro corazón, porque estamos muy confortables y nuestra necesidad es pequeña.
Pero la alabanza y adoración es para Dios, no para nosotros. Es necesario que entendamos que como hijos de Dios fuimos diseñados para adorar a Él. No importando tu tono de voz, que tu corazón esté genuinamente alabando a Dios en todo momento. ¡Cuando entendemos que no se trata de nosotros, sino de nuestro papá, nuestra adoración se renueva!
Acción del Día:
· Toma tu tiempo para adorar a Dios, sin pedir.
· Dale gracias y verás un mover del Padre diferente.
· Hoy es día de un cantico nuevo.
· Levanta tus manos agradece, por la bondad de Dios.
· Levanta tus ojos y recuerda que nuestra ayuda siempre viene de Jesús.
Hna. Priscila Sánchez