Día 18 – Jueves 23 de enero: "Metas Sabias para Mis Finanzas"
Pastor Daniel

Proverbios 11:24-25 (RVR95):
24 "Hay quienes reparten y les es añadido más, y hay quienes retienen más de lo justo y acaban en la miseria."
25 "El alma generosa será prosperada; el que sacie a otros, también él será saciado."

¿Acaso no hemos enfrentado en más de una ocasión situaciones económicas desafiantes? En este contexto, la Palabra de Dios nos enseña que Él conoce nuestras necesidades y que es rico en recursos para suplirnos y bendecirnos.

Al comenzar este nuevo año, y con la petición de sabiduría divina, es imperativo establecer un plan de acción financiero. Así como elaboramos resoluciones, también debemos aprender a escribir nuestras metas en el ámbito financiero.

La primera meta y resolución, que ha sido de gran bendición, es poner a Dios en primer lugar. Seguramente ha oído hablar de la importancia de dar las primicias al Señor (Deuteronomio 26:10; Romanos 11:16). En nuestras finanzas, debemos aprender a ofrecer nuestras primicias, siendo generosos en nuestros diezmos, que representan el 10% de nuestros ingresos, como expresión de gratitud y obediencia a Dios. La versión NTL expresa lo siguiente: "Da con generosidad y serás más rico; sé tacaño y lo perderás todo. El generoso prosperará, y el que reanima a otros será reanimado."

Dentro de este marco de medidas, es fundamental también ser generosos en nuestras ofrendas, que ayudan a promover el Reino de Dios y su evangelio, así como a asistir a los necesitados. Dios conoce a las personas generosas y dadivosas; recordemos que no podemos engañarlo, y Él es conocedor de cómo prosperarnos para una cosecha abundante. Al poner a Dios en primer lugar, todo lo demás se torna mucho más sencillo.

El segundo punto a considerar es la elaboración de un presupuesto que contemple tanto los ingresos como los gastos. El sentido común y la lógica matemática nos enseñan que no podemos gastar más de lo que ganamos.

El tercer punto consiste en apartar un ahorro para el futuro. Es esencial tener una visión que contemple posibles viajes, vacaciones, estudios o incluso un fondo para emergencias. Ahorrar es sinónimo de sabiduría.

Si bien sabemos de que el Sol sale para todos, tanto para buenos como para malos; sin embargo, la bendición de Dios es exclusiva para aquellos hijos que viven en obediencia.

Acción del día: Para ser buenos administradores de nuestras finanzas, ponga a Dios en primer lugar y demuéstrelo generosamente a través de sus diezmos, ofrendas y primicias.

También, elabore un presupuesto que refleje sus entradas y salidas y comience a balancearlo. Dentro de sus posibilidades, inicie un fondo de ahorro.